En la ribera sur del río Areco, cerca de donde actualmente se encuentra el anfiteatro -construido en la década de 1980 y deteriorado por las sucesivas inundaciones-, funcionó uno de los primeros molinos harineros del país. Don José Fontana obtuvo el permiso para instalarlo y fue construido en 1863 por Don Juan Zerboni.
Funcionó durante 50 años y la energía era obtenida del embalse del río, en una construcción que se llamó "El Tajamar".
Las instalaciones, luego de sucesivos usos y abandonos, fueron demolidas y el predio cedido a la municipalidad.
El Palomar que actualmente se encuentra en la zona, es una edificación de la época del Molino, que fue conservada e integrada al parque.
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